addanomadd

 

Letter from the Editors:

 

As Petri Dish 

Traducción al español abajo

Cells as the origins of existence.  Small detail.  Exit lagoons, then cut the cords. Avoid anachronistic mitosis, stay away from substances. In addanomadd’s autumn publication: Issue #12, “Cells,” fourteen writings of single—and dare we proclaim, singular—paragraphs or stanzas form to conjure the shape of cells, sometimes briefly and other times more expansively, that include “ovum and spermatozoon,” “cactus honey,” “the most lethal virus available in the freezer,” “only the lacewing skeleton / An ivory tulle of cellulose / Tracing vein and organ,” “a trillion means 12 zeros after the number,” “300 year old Sycamore Gap tree cut down by vandals,” “the clouds come and go one after the other and then / are taken off like clothes,” “cattle, horses, and hogs on a drive-through safari,” “a group of miners digging into a giant’s head. Swinging their picks and planting ratty bits of dynamite,” “deserted streets and empty homes,“in an L.A. full of freeways / all tied-up as shoelaces,” “the bottom bunk of a bunk bed in a monk’s cell,” “hushed hammocks,” and “subscriptions to several streaming services.”  Our current issue moves from biological to geological to cloistered to legal to political to extraterrestrial as we consider figures who roll up their sleeves in exile.  As in Sor Juana who worships Words she births more than the word of father figure as convent windows look out to volcanoes where eagles hover not orbit.  As Napoleon reckons with being sentenced to the wet rocks.  As Iceland’s Agnes Magnúsdóttir gets sequestered to a northern farm before execution by beheading.  As three sheep in the hills get slaughtered to knit sweaters and feed shank near glacier streams heading into the town of Selfoss’s Ölfusá River.  As Virginia, the she-Woolf, writes in a room of her own (w/ key & lock) absent alpha male and the rest of the pack.  As Meursault’s imprisonment estranges him from the beach yet makes him aware, when he sees his reflection in a tin plate before he heads to the guillotine, that all this time I’ve been talking to myself.  As Alice Walker’s In Search of Our Mothers’ Gardens honors songs of resistance even when one lacks the privilege of a door to a solitary room.  “Resist oppression of any and all kinds without apology.”  As Annie Ernaux gets lost with a Soviet satellite thirteen years her younger to compose no simple passion.  As supreme courts commit injustices by removing the right to choose.  Leave us alone, weirdos; mind your own business, carcinomas.  Sickle cell anemia.  As the case of rape in Avignon reminds us of the horror of chemical submission but also that Gisele’s still got courage and dignity while femicide continues to take place all over the world.  As cells lose the capacity to divide themselves with aging, which drove Elisabeth Sparkle to the division of herself and to the multiplication of an exponential monstrosity.  Cellular data.  As sentient A.I.  As cells of terror.  As drones strike by the push of a button.  As in surveillance cameras.  We support cells of watermelon for a ceasefire.  As transmission and the reasons why migrants dare movement despite border patrol or threat of deportation.  As with the election of a woman and the promise of another in a region of nuclear patriarchy.   We hope, dear readers, you elevate as you peruse and woo this issue. Indeed, please do join us in agreeing that no human should ever be deemed an “illegal alien” anywhere on earth.  Thank you readers for taking a look.  Thank you writers for giving the looks.  We close our opening with the closing of Lola Podesta-Stephens’ poem“Cloak” found within because the lines activate cell-dom: “Perhaps a cell is a child wrapped in a cloak / Hunched and whispering air into a dying flame / knowing that after the light all that will remain is the cloak.”

 

 

~Anís Lara & Q. von Koko

Carta editorial:

 

Como placa de Petri

Células, origen de la existencia. Cosas de nada. Evacúa lagunas, corta cordones después. Evita la mitosis anacrónica y no experimentes con substancias. Para la publicación de otoño de addanomadd: Núm. 12, “Células”, catorce textos de una sola y –que con atrevimiento declaramos– única estructura de párrafo o estrofa para tramar la figura de las células y las celdas, breves a veces, y otras veces vastas, incluyendo “óvulo y espermatozoide”, “miel de cactus”, “el virus más mortífero que ofrece el congelador”, “nada más que el esqueleto de una crisopa / un amarfilado tul de celulosa /  delineado de venas y órganos y células”, “un billón son 12 ceros seguidos del número”, “arce sicomoro de 300 años talado por vándalos”, “una tras otra las nubes vienen y van y luego / se descuelgan como ropa”, “ganado, caballos y cerdos en un safari de autoservicio”, “un grupo de mineros cavando en la cabeza de un gigante”, “calles desiertas y casas vacías”, “un L.A. lleno de autopistas / amarradas como agujetas”, “la cama inferior de la litera en la celda de un monje”, “hamacas susurrantes”, y “suscripciones a cantidad de transmisiones”. Nuestro número actual se mueve en eslabones de lo biológico a lo geológico a lo enclaustrado a lo legal a lo político a lo extraterrestre mientras elogiamos a quienes se suben las mangas desde el exilio. De la manera en que Sor Juana adora la Palabra que concibe, no a la luz de la figura paterna, sino a la de las ventanas microscópicas del convento que ven el volcán sobre el que el águila planea pero no orbita. De la manera en que Napoleón se confronta con la húmeda roca de su condena. De la manera en que la islandesa Agnes Magnúsdóttir es recluida en una granja gélida previa a la ejecución por decapitación. De la manera en que tres borregos de las colinas son masacrados para ser suéter y alimento cerca de los arroyos glaciares que marchan por el Río Ölfusá de Selfoss. De la manera en que Virginia, la loba disfrazada, escribe en un cuarto propio (suya llave y cerradura) sin el macho alfa ni su jauría. De la manera en que el encarcelamiento aleja a Meursault de la playa, pero lo hace consciente, al ver su reflejo en una lámina de lata y antes de alcanzar la guillotina, que hasta ese momento solo he estado hablando conmigo mismo. De la manera en que Alice Walker, en su “In Search of Our Mothers’ Gardens”, honra el grito de resistencia, se cuente o no con el privilegio de una puerta que abra a la privacidad de un cuarto. “Resiste toda opresión sin disculparte”. De la manera en que Annie Ernaux la pierde con un satélite soviético que es trece años mayor que ella para configurar algo más que una simple pasión. De la manera en que las cortes supremas cometen injusticias eliminando los derechos elementales de las mujeres. Déjenos en paz, freaks; no se metan con nosotras, carcinomas. Anemias falciformes. Una cuestión de seguridad internacional. De la manera en que las violaciones en Avignon revelan el horror de la sumisión química, con una valentía y dignidad admirables por parte de Gisele, mientras que el abuso y el feminicidio sigue sin freno por el mundo entero.  De la manera en que las células pierden la capacidad de dividirse al envejecer, lo que lleva a Elisabeth Sparkle a la división de sí misma y a la multiplicación de una monstruosidad exponencial. Datos celulares. Como I.A sensible. Como células terroristas. Como los drones atacan al pulsar un botón. Como las cámaras de vigilancia. Queremos células de sandía por el cese al fuego. De la manera en que los migrantes se animan al movimiento a pesar de la patrulla fronteriza o la amenaza de la deportación. Porque no portan puertas. Como la elección de mujeres en regiones de núcleos machines. Deseamos, querides lectores, desencadenar sensaciones cuando ronden y exploren este número. Únansenos al declarar que ningún ser humano debe considerarse jamás ser un “ilegal” o un “alien”, en ningún lugar en esta Tierra. Gracias, lectores, por echar un vistazo. Gracias, escritores, por ofrecer las vistas. Cerramos este texto inaugural con los últimos versos de “Manto”, de Lola Podesta-Stephens, celadores detonantes del celular-ismo: “(Q)uizá una célula sea un niño envuelto en un manto / 

encorvado y musitando aire a la flama moribunda /

consciente de que tras la luz lo único que quedará es el manto”.

 

~Anís Lara & Q. von Koko